Los valores tradicionales de la nobleza se basan en los grandes principios del ser humano. Las virtudes básicas de la caballería eran el honor y la valentía, pilares fundamentales del carácter militar castrense.
Derivado de esos ideales caballerescos, la hidalguía se constituía como referencia moral para toda la sociedad, con valores como: honor, honradez, valor, lealtad, generosidad, templanza y servicio a su causa, a su patria y a sus reyes.
Como ejemplo un lema de la casa ducal del Infantado, gran casa aristocrática española de origen Montañés que decía: «dar, es nobleza; recibir, es servidumbre».
Actualmente, aunque el talento, el liderazgo y el mérito personal van adquiriendo el reconocimiento social y premial, la solidaridad con los desfavorecidos sigue siendo una de las principales misiones de las diferentes corporaciones nobiliarias españolas todavía existentes.